Esperar a crecer

Todas la mañanas,cuándo el sol se pone y aparece el frío, salgo de casa,

abrigado,con mi mochila cargada de libros y con dos besos de mamá sobre mis mejillas.

Camino hacía la parada del autobús,dejo la mochila en el suelo y sacó mi cómic,

aparecen Jorge y Félix.Comenzamos a discutir sobre cómics,de cuál es mejor y competimos con las cartas de los futbolistas del momento.

A los diez minutos aproximadamente,llega el autobús y todos subimos a la vez para coger el mejor asiento.

El mejor para nosotros es el gallinero,los cinco últimos asientos de aquel autobús estropeado,da señal de que somos los más grandes,los que manejamos todo aquello.Tras años esperando,asiento tras asiento,ese era el nuestro y sin apenas decirlo,nunca el gallinero se ocupaba por niños menores que nosotros.

Tras el viaje llegamos al colegio,lleno de niños agolpados en la entrada,esperando que abran las puertas para poder pasar a nuestras clases.

Cuándo llego,a los minutos llegas tú,es ahí donde extrañamente noto como algo me sube por el estomago,me pica la barriga,es...como un cosquilleo.

Tan bonita con tus trenzas,agarrada siempre de la mano de tu amiga Lucía.Nunca sueles decirme nada y yo me escapo con mis amigos a jugar al fútbol,pero a veces,veo como te sientas en la grada a vernos jugar y se que me miras.

Un día de estos,cuándo menos se lo espere,rondaré por su pupitre y le pediré salir,no esperaré a tener barba ni a tener trabajo de hombre mayor.

Te sorprenderé con un dibujo y con los goles que dedicaré para ti.

Mi madre dice que el amor es muy complicado,pero yo creo que no....es mucho más difícil ser mayor.