viernes, 4 de noviembre de 2011

Impertinencia del destino

Y es que aunque el mundo se junte en un amalgama perfecto, tú y yo seremos tan pequeños como lo somos ahora mismo, tan distantes entre los polos que nos unen que ni nuestras almas podrían alcanzarse a rozarse siquiera.

Hoy, esperando sentada frente al umbral de mi inquietud, me di cuenta por fin, de que te necesito lo suficiente para alejarte de mí, para apartarte de mis huesos sin que hagas ruido.

Escribiendo música que va hacia ninguna parte te abrirás caminos entre la marea que te acompaña a diario. Y yo, yo me acostumbraré a susurrarte en la ventana palabras que te llegarán quizás cuándo estés dormido.

Y es que amor, este mundo de locos no se hizo hoy para nosotros. Quizás mañana, cuándo las nubes despierten de este gris que nos acompaña, tras años de gentes que se cruzan en este abismo que nos separa, nos una eso que llaman destino y así podremos si de una vez, vivir lo que hoy no nos está permitido.

Yo también lo siento, pero si somos realistas amigo….no se pierde algo que nunca has tenido.

1 comentario:

  1. aunque es un texto triste, también es hermoso,
    un beso, y buen fin de semana

    ResponderEliminar