Rossi era de esas pequeñas chicas con coloretes en sus mofletes con faldas de color azul celeste y camisetas de sus dibujos favoritos.Amaba la literatura y con lo pequeña que era te sacaba una sonrisa en cualquier momento,por muy gris que fuese el día ella siempre estaba allí diciéndole que sí a la vida.
Sacaba una galleta de aquella lata gigante que estaba encima del estante,la mesa blanca estaba decorada por caballos y princesas que ella había dibujado con sus lápices de colores,esos lápices que su abuela María le regaló por su sexto cumpleaños y a los cuales le tenían un gran cariño,los utilizaba poco para no gastarlos y siempre tenían esa punta asesina de la que todos alguna vez nos sentimos orgullosos,incluso les puso nombre a algunos.Su preferido era el celeste y le puso angelito lo sacaba a tomar el sol y siempre la mesa blanca tenía toques celestes por ahí.
También tenía tres peces,uno se llamaba coco,otro sol y otro nube,nube era el más pequeñito y siempre estaba dándole un poco de más mimos,amaba proteger a las cosas débiles,Rossi era así de especial.
-¡Ya estás sucia Rossi;¿dónde as estado hoy metida?-le preguntaba su madre mirándole la cara que traía llena de churretes y mirándo a su camiseta manchada de color rojo fresa.
-Estaba con el abuelo y hemos comido helado de fresa,también hemos estado en el huerto cogiendo lechugas y tomates,mira-le enseñaba sus manos marrones.
-¡Por favor!,¿esas manos son de mi niña?-le cogió sus manos pequeñitas.
Rossi no pudo evitar soltar una carcajada.
-¡Pues claro que son mías!,es que se han ensuciado,¿no lo ves?.
-Anda ven aquí vamos a meterte en la bañera ahora mismo.
-¿Con la señora tina?.
La señora tina era una muñeca bastante desgastada que metía con ella en el agua siempre que se daba un baño.
-Sí,con la señora tina,esa señora tiene que estar ya cansada de tanto bucear.
Se fueron al baño y Rossi se tiró como unas dos horas dentro de la bañera,chapoteando y jugando con tina,tenía las manos arrugadas y ya cansada de tanto jugar llamó a su madre.
-Mamáaaaaa,tina y yo ya nos queremos salir,estoy hecha una viejecita.
-¡Huy! pareces una pasa,mírate,venga vámonos y saca a tina a secar,que la pobre está peor que tú.
Su madre la secó bien con el albornoz de conejitos y le puso su pijama,le echaron comida a los peces y se metió en la cama.
-Bueno mi vida,buenas noches-le dio un beso en la frente.
-Mamá.
-Dime hija-volvió la cara hacía ella.
-¿Mañana me pudo ir otra vez con el abuelito a la huerta?.
-Sabes que sí,venga a dormir.
-Es que el abuelito quiere pintar conmigo caballos y princesas,porque dice que dentro de muy poco el se irá a un mundo como ese,¿yo podré irme con el?.
-Sí-los ojos de su madre se iluminaron-pero esperemos que sea dentro de mucho tiempo hija.
Apagó la luz de la habitación de Rossi.
Rossi, no te preocupes =)
ResponderEliminar(me encanta Ross)
Besos!!
Que bello tu escrito.. me quedo a la espera de todo..
ResponderEliminarTodo un placer pasar a leerte siempre con mucho aprecio, admiración y respeto..
Un abrazo
Saludos fraternos...
hola, oo, que bonito! me encanto el sentimiento que describiste! pobre abuelito =( por lo menos se ira a un mundo de princesas...
ResponderEliminarbonita entrada!
un beso.
precioso y muy sentimental, me encanta como es presas los sentimientos con la escritura .
ResponderEliminarBesotes ¡¡:D ^^ :)
Ohhh que lindo relato, la verdad me encantó a pintar caballos y princesas.
ResponderEliminarLa verdad de la vida, nosotros somos los que tenemos que ver partir a las personas que más queremos.
Me gustó!♥
Ha sido muy bonito y enternecedor. Recuerdo que cuando era pequeña mi tía me decía:
ResponderEliminar-¡Cuánto más manchada estés, mejor te lo habrás pasado! :)
Da mucho en lo que pensar :) me ha encantado
un beso!
Lleno de sentimientos, muy muy emotivo :) La foto de arriba es preciosa^^
ResponderEliminarBesos.