miércoles, 31 de agosto de 2011

Con las manos aún inquietas pienso en ti...

"-Ésa es la voz que nos relata, no existiría nada sin ese relato, es verdad.
*Sin esa compañía.
-Es el único diálogo posible. El diálogo posible con un texto imposible. Y aquí el límite del límite: estamos hablando con una literatura del silencio, ya que, tal como están las cosas, el silencio es el no-lugar del lenguaje y de la escritura; y el límite final: no sabemos ya de qué hablar ni de qué escribir, excepto de esto mismo; el límite del límite, es decir, la inescritura.
*Pero hay fragmentos que son compañías, que todavía son compañías plenas... Pequeños fragmentos... alegres...también emocionados... Compañías, experiencias... Ese cuerpo que piensa en ti.

Él la besó. Un beso suave y breve. La voz de Ángeles era narrativa, siseante.

*Los libros que hemos elegido... Esas manos que me toman... O que yo tomo... Unos labios, que de pronto se callan... Unos besos que de pronto hablan... Una ciudad... La continuidad de una batalla...

-Sólo te puedo ofrecer mis pasos a uno de tus costados...caminando sobre la arena...
*Nos unió un folio en blanco sobre la mesa de nogal.
-Y una larga travesía por el desierto. Es lo mismo.
*Huir quedándonos.
-Y algo que hemos asumido de antemano: el futuro siempre tarda demasiado.
*No hay más historia que la que nos derrota.
-Es lo que te puedo ofrecer: caminar juntos. Sabiendo que algún día es posible salir del desierto, a condición de que no dejemos de hablar con fuerza en el vacío.
*Puede ser un proyecto aceptable de compañía.
-Alejándonos.
*Como dos nómadas imposibles... Dos nómadas...
-Y al final, quizás en un bar marinero con paredes azules, descubrimos algo nuevo, algo que estaba escondido, y como desactivado: el latido, o tal vez el sueño, de una libertad diferente; de que estamos viviendo el porvenir a pesar de todo.

Otro espacio. Juntos, en silencio, entrelazadas las manos, apoyados en la barra, mirándose fijamente."

La Conjura de los poetas - Felipe Alcaraz.

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