Caminos de la soledad

Llevaba su cazadora negra,sus botas de cuero y sus pantalones ajustados,caminaba con su cigarro en la boca camino al Stringer cuando se cruzó Pedro por delante,no tubo más remedio que mirarlo a los ojos y saludar con la mano,su cigarro seguía en su boca,se fue hacía el y le dio un beso en la cara,el le cogió las manos heladas.

-¿Cuánto tiempo Lui,donde vas?.

-Voy para el Striger a tomar una copa con unos colegas-sus ojos miraban al suelo.

Pedro vio su semblante seco y le soltó las manos.

-¿Quieres que vaya?,podíamos charlar un rato.

Lui le echó el humo a la cara y posteriormente lo tiró al suelo.

-No,gracias.

Lui se fue sin decir adiós camino del Stringer,bajó la escaleras de ese suburbio y entre la gente encontró a su grupo de amigos que se encontraban en la barra.

-Hola Lui.

-Una cerveza,por favor.

Se quitó su cazadora y la puso encima de la barra,cogió otro cigarrillo.

-Traes mala cara,¿pasó algo?-le preguntó un amigo.

-Acabo de cruzarme con mi hermano Pedro.

-¿Te dijo algo?.

-Sí,yo a él no,me largué sin decirle adiós.

Tras una noche de copas Lui volvió a casa mareada,se quitó la ropa y se echó en la cama tal cual,se quedó mirando al techo y pensando en Pedro,en que error cometió tan grave para separarse de lo que era más importante para ella,¿tan mal lo hizo?,se levantó y cogió el teléfono,eran altas horas de la mañana pero sentía la necesidad.

-¿Pedro?-se escuchaba una respiración agitada.

-¿Lui?.

-¿Cómo estás?.

-Es muy tarde,estaba durmiendo,¿te pasó algo?.

-No,tan solo quería hablar,pero bueno no importa lo podemos dejar para otro día.

-No,no,hablemos,dime ¿cómo estás?.

-Bien,bien-no le salían más de dos palabras seguidas,tenía un nudo en la garganta que le impedía hablar-¿y mamá,como está mamá?.

-Echándote de menos Lui,echándote de menos.